1° de enero
Hoy mi solo goce ha sido la contemplaci6n del santo Rostro de Je-sits. Puede que nti buen Jestis considere que ya hable bastante a tray& del dictado que inici6 el 31 de diciembre de 1943 y termin6 a las 2,30 de la madrugada del 1° de enero, tras una interrupciOn de algunas horas debida a los motivos exteriores que Ud., bien conoce y que son mi tormento, pues mi deseo serfa poder ocuparme solamente de El, escucharle solamente a El. Puede que lo haya querido asf tambien porque la pobre Marfa hoy boquea como un lucio fuera del agua y entre las 15 y las 21 sin dudas ha estado muy mal, con un jadeo y unas palpitaciones impresionantes de verdad, que me han sumido en el sopor antes de lo acostumbrado y tan rapidamente que no me he quitado las tres almohadas, de modo que estoy hecha un &deo dolor. Pero soy feliz porque Le he visto. Sobre todo he visto sus ojos benditos. Me he sumergido en ese vivo y magnktico zafiro y he resur-gido en plena beatitud. Y, tras estas pocas palabras, me ensimismo en esa beatitud para que ella me acompane por toda la noche.
La escritora se dirige a menudo al padre Romualdo M. Migliorini de los Siervos de Maria, su director espiritual, cuyos dates biogrificos figuran en: "Los cuadernos. 1943" pig. 9, note 2. Esta advertencia vale para todo el volumen.
2 de enero 8 de la mafiatut.
Por ahora, sigue la contemplacien. Me ha sido concedido ver a Jesus y a Juan. El Uno junto al otro; El tenfa el brazo derecho sobre el hombro de Juan, que es mucho mas bajo y robusto que Jesus. ;Pero es tan bello! No lleva barba ni bigotes o, por lo menos, tiene s6lo una leve pe-lusa rubia sobre el labio superior, que se pierde en la tez rosada de su rostra. Es rubio, pero de un color mas clam que el de Jesus; es un ru-bio east castano, no el rubio cobrizo de Cristo.
Tambien el tiene los ojos azules. Es un limpido azul, mas oscuro que el de Maria, pero no tanto como el de Jesus, ni tan reluciente. Son ojos de niiio puro, manso, amoroso. Ojos que dan sosiego a quien los mica. Sus labios sonrfen con la sonrisa serena de la criatura joven y fe-liz, naturalmente porque esta junto al Maestro. No es la sonrisa exta-siada de Marfa ni la de Cristo, llena de dignidad y de um gravedad que es casi tristeza. Es una sonrisa mas human que esas. ;Pero es tan bella! Tras haber observado muy Bien, he notado una semejanza entre los rasgos de Jesits y los del discipulo, como si Jest's fuera un henna-no mayor y tuviera, por lo tanto, rasgos mas viriles, rasgos mas refi-nados debido a una... 4c6mo podrfamos llamarla?... cultura, prole-sien, elevaci6n espiritual alcanzada plenamente. Se me ocurri6 pensar: "iEran algo parientes, acaso?" y cogf el Evangelio. Pero me maree a fuerza de buscar y no entendf nada. Ha-bla de Zebedeo y de Salome a lo demas?... Es verdad que en eso de reconstruir parentelas no valgo nada pero, al hojear los 4 evangelios, tampoco encontre nada que lo explicara de modo verdaderamente adecuado, ni siquiera pn las notas puestas a pie de pagina. Vale. No importa. He visto a Jests y al que es su predilecto y el info, y eso me basta.
El mismo dia, a las 23.
Dice Jesus:
«Y ahora que, por fin, puedes ser completamente mfa, te hablo. Caridad es soportar tambien a quienes molestan y no debes sus-traerte a esa caridad ni ponerte nerviosa. Mira a tu Maestro. Yo te doy una gran leccion de tolerancia. No quiero someterte a una fatiga doble hablandote mientras otros te hablan o alborotan a tu alrededor ni quiero que otros sepan que te gulo; por eso espero, con una pa-ciencia que no se cansa de ser tal, que puedas ser completamente Pa-ra MI. Ves con manta tranquilidad espero y con cuinta benevolencia vuelvo a hablarte cuando llega el momento. Aprende tambien to a hater asf, sin temor a perder nada, sin irritarte, sin turbarte de !Un-pin modo. No pierdes nada. Quedate tranquila. Adquiriras tan solo el merit° de un acto virtuoso. Esta noche te hablare de los que elegf como apostoles mfos porque creyeron en el Precursor y Me siguieron. Y to hablare tambien de la oveja descarriada de ese pequefio rebafto, del que 'se origin6 el re-bafio inmenso que ahora esta esparcido por la Tierra y que es el re-bano bautizado en mi Nombre. Las semejanzas ffsicas no tienen importancia, Marfa.
Son casos fortuitos. Hay parientes que no se parecen ffsicamente tanto como se parecen dos personas que, en cambio, no lo son y viceversa. Tambien hay atracciones ffsicas tales que dos personas que se asemejan se aman mas que dos que son diversas, casi como si el uno contemplara en el otro a un segundo "yo", pero lo viera engalanado con esos orna-mentos que sugiere el amor y que hacen perfecto para el amante el objeto de su amor. Pero no no tiene importancia. Hay que tener presente que Galilee no era vasty y que los galileos no eran muchos, que se casaban casi siempre entre ellos y que por eso los rasgos somiticos se hallaban reproducidos en dos o tres pro-totipos que, por siglos, volvf an a reflejarse en esos rostros. No serf a errado decir que si se hubiera remontado a los origenes en todas las pequefias aldeas, se habrfan encontrado dos o tres cepas familiares originarias, cuyos miembros se habfan casado o vuelto a casar entre ellos y de este modo habfan dado a toda la ran galilea un catheter ffsico acentuado. Por eso no debe asombrar que Juan tuviera una semejanza ffsica conmigo. Era un galileo rubio. Ese era un catheter mas ram que el del galileo moreno mas, de todos modos, existf a. Pro at setnejanza era mas acentuada atin en to que se refire at espiritu. Vmo a MI min virgen, joven, inocente; pudo asimilarse a Mf como ningin otro. Era una copia fiel del Maestro. El amor le habf a llevado a acoger no solo mi pensamiento, sino haste mi modo de hablar, de gesticular, de moverme. Y hasta le }labia hecho nit semejante a MI en el rostra, aunque Ste no es un fenameno rink° entre dos sexes que se amen a la perfeccion. Y Juan me am6 con un amor perfecto. /yes como se ilumina por la alegrfa de ofrselo decir? Excepto la Bendita, nadie me am6 como 41, con un emir que no tuvo un instante de duda o de error. Y nadie, menos mi Madre y los nifios que venfan en busca de mi caricia, me ofrecie el don de un coraz6n tan pun como el suyo. Juan muri6 viejo, pero el acumularse de los lustros no ofusc6 ese candor angelic° que no conoci6 mas llama que la del nor divino ni mas caricia oue la de mi Madre.
Era el mas joven del grupo de apestoles. Despues de el, segula por edad el Lscariote. Y dada su edad, habria podido ser tambien el como Juan. Pero no lo era. Y si ya no era virgen, tampoco se volvi6 casto tras haberme conocido. Era impuro. Y la impureza, mds que cual-quier otra pasidn, impide la obra de Dios en los corazones y favorece la de Satands. Ili conoces su rostro. Es el de quien se to apareci6 como el Seduc-tor. Porque, en efecto, por su belleza se asemejaba al Bellfsimo, que se habia rebelado a Dios y que es el padre de todos los enemigos de Dios.
En Las manos de Satands, tambien la belleza a un arma y el no deja de imprimir su huella de seducci6n en quienes son sus instru-mentos. De este modo les atrae hacia su abismo y puede morderles el corazen, inoculando en el el triple pecado. Por eso Judas albergaba en su corazen la concupiscencia del dinero, de la came, del poder. Y por estas tres Nemesis que le persegufan, y a Las que no quiso oponer-se ni veneer, se convirti6 en deicida. Cuando Satands quiere apode-rarse de alguien, le ofrece a la mujer, para cuya conquista se necesi-tan dinero y prestigio. Cuando ya se ha apoderado de el, niega el di-nero, el prestigio y la mujer, y otorga tinicamente desesperacien y muerte. Juan era el sol del grupo de apOstoles; Judas, la tiniebla. Era hijo de la Mentira. Mi Luz y mi Verdad no pudieron penetrar en 61. Y si a pesar de su desconfianza, pude hacer que Nataniel se convenciera' y que Levf se convirtiera2 - porque en el primero no habf a engailo ni en el segundo resistencia a la gracia nada pude en Judas, pues su alma estaba posefda y Yo no podia penetrar en ella, porque 61 me impedfa la entrada. Me siguie en pos de una esperanza humana. Me traicion6 en pos de la avidez humana. Vendi6 a Cristo, le vendi6 a quienes ha-Wan de crucificarle; su alma la vendi6 a Satanas, que desde hacia afios era su instigador, porque Satands no a como Dios que, para conquistaros pare Si, da aunque no deis. Satands pretende ciento por uno. Os pretende por la eternidad, a cambio de una hora de falaz triunfo. Recordaoslo. Soportk a esta serpiente en el grupo para ensetiar a los hombres a soportar y a insistir para lograr salvar. Yo conocfa todos los pensa-mientos de Judas. Y tenerle cerca fue como una pasi6n anticipada.
Juan 1, 45-51. 2 Mateo 9, 9; Marcos 2, 13-14; Lucas 5, 27-28.
Fite un tormento que vosotros no habais contemplado, pero que no fue menos amargo que los otros. Asf os he ensefiado a soportar a las personas y las cosas molestas, pues iquien es mas repulsivo del que traiciona? La vida de Cristo es enseflanza aun en los detalles mas insignifi-cantes, Marfa; y to la ensetio porque quiero que me conozcas y me Unites tambian en las pequefias cosas. Te bendigos.
Por todo el dfa he visto el colegio de los apostoles y no vela la No-ra de que llegara la noche para que Jesus me lo explicara. Hoy ha si-do para mf un dia de... ejercitaci6n de la paciencia. No he tenido nunca la posibilidad de escuchar a Jesus. Ahora le cuento lo que he visto. Juan ya ha sido descrito tan bien que no lo repito. Es el rnis joven de todos y, para ml, el mas bello. Por la edad, le sigue Judas Iscario-te, en quien descubro el rostra de aquel suers) que hice hace ya tan-tos altos y que le describf en mis notas personales,. Es de una belleza que, si bien se la mira, repugna y atemoriza, porque se advierte que se trata de un ser malvado y falso. Tiene una belleza sat4nica. Veo despues al otro Judas, pariente de Jesfa, a quien no se aseme-ja absolutamente porque es robusto y moreno y mas bajo que al. unos treinta altos. La barba es oscura y cuadrada. Judas Iscario-te, a igual que Juan, no lleva barba; sus cabellos son rizados y mas cortos que los de Juan. Parecen cortados mas o menos a la altura del cuello, siguiendo su circunferencia. Tambian Pedro Ileva corto el cabello, pero ya es entrecano porque en medio de la cabellera oscura asotnan hebras blancos. Parece tener mas de 45 afios. Es bajo y musculoso. Luego hay un grupo de hombres de alrededor de 40 afios, donde por cierto estarin Andras, Tbmas, Mateo y los dos Santiagos. Ademes hay dos muy ancianos, con la barba y el cabello mas bien blancos que oscuros. No se por qua, pero se me antoja que son Felipe y loma. Pero el Maestro no me lo explica y sigo con is mirada concen-trada en Juan, Pedro, Judas Iscariote y Judas Tadeo, cuya tittles se-mejanza con Cristo son los ojos de un azul oscuro, pero sin el res-plandor de los de Jests.
Y me acuesto Bevan& esta vision en mi corazon. Mafiana le des-cribire la alegrfa de Paola*, debida a un suefio, y tambien la mfa por-que yo misma provoque ese suefio al rogar a la "Madre de los huerfa-nos" que fuera hacia Paola.
4 Hija de Giuseppe Belfast, prizno de la madre de la eseritora. En este volumen se la nambrarS a menudo.
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